Me caeré del rascacielos.

Tengo tanto miedo. Como si estuviera en lo alto de un rascacielos. Siento que me voy a caer desde ahí arriba, voy a estamparme contra el suelo y me voy a quedar ahí. Hundida.

Tuvo de creárselo.

Tuvo que crearse un mundo en su cabeza, con sus propias personas, porque el mundo real empezaba a ser demasiado cruel.

Ya…

+¿Me vas a decir ya qué te pasa? – le preguntó apoyado en la barra de la cocina.

-Soy feliz.

+¿Eres feliz?

-Sí.

+Ya… -  hizo una pausa – la gente que no te conozca de verdad, se lo creerá. Pero siento decirte que yo no estoy en ese grupo de personas. Y lo sabes.

¡Utiliza la imaginación!

¿Quieres estar en un concierto? Pon música, cierra los ojos e imagina un montón de gente gritando y al artista cantando.

¿Quieres estar en París? Simplemente cierra los ojos e imagina que paseas por los campos Elíseos y subes a lo alto de la Torre Eiffel para admirar esas magníficas vistas.

Puedes estar donde quieras. Solo cierra los ojos e imagina.