Estaba en shock. 15 años. ¡15 años viviendo
con Daniel y nadie me dijo nunca que era adoptado! Eso demostraba cuánto
confiaban mis padres en mí. Yo pensaba que lo de desconfiar de mí, empezó hace
poco, pero no. He descubierto que nunca han confiado en mí. Nunca.
-Voy a salir-le dije a mis padres que estaban
sentados en el salón.
-¿Con quién?- me preguntó mi padre.
-Con la gente.
-¿Quiénes son la gente?
-Papá, la gente: Sheila, Marina, Elena y no sé
si han venido Alejandro y la trupe.
-No me gusta esa trupe.
¡Tomaya! Si supiera que en esa trupe está el
novio de su hija...
No podía más, tenía que soltarlo ya o iba a
reventar:
-A mí tampoco me gusta que no confiéis en mi y
me aguanto.
-Pero ¿qué dices, hija? Nosotros sí confiamos
en tí- mi madre se metió en la conversación.
-¡Oh, sí! Como se nota.¡Qué pronto me habéis
dicho que Daniel era adoptado enh!
Se quedaron callados unos segundos, luego mi
padre comentó:
-Ya te lo he dicho muchas veces: ¡hay qué
desconfiar de todo el mundo!
-Sí, pero también hay que tener algo de
confianza. Y más en tu familia-añadí.
Dicho esto me marché.
Había estado toda la tarde dando vueltas por
el pueblo.
Me dirigía a mi casa cuando un hombre mayor,
con una gorra y un bastón cuyo nombre no sabía aunque siempre lo saludaba,me
paró y me preguntó:
-Oye, niña,¿tu hermano qué se va otra vez para
Los Ángeles o qué?
Me quedé asombrada.
Después de unos segundos eternos conseguí
responder:
-¿Cómo? No, mi hermano no se va a ningún lado.
-¡Ah! ¿no? Pues la gente están diciendo que se
va... pero bueno, será un chisme más...Adiós, muchcha.
-Adiós.-me despedí ,todavía sorprendida.
¿Era verdad que mi hermano se iba, otra vez?¿o
sólo era un chisme como tantos otros?Y si, en un caso se fuera,¿por qué mi
hermano no me comentó nada?
Cuando llegué a mi casa,ensimismada:
-¿Dónde has estado?-me preguntó mi madre
cuando me vio aparecer por la puerta.
Me quedé perpleja.
-¡Vaya! Ya ni un "hola" ¿no?
Se me quedó mirando unos segundos y pronunció
un simple "hola".
-¿Dónde has estado?-repitió la pregunta.
-Dando una vuelta por el pueblo.
-¿Con quién?- me cuestionó mi padre metiéndose
en la conversación.
<<Empezamos con el
interrogatorio...>>
-Con Sheila, Marina y Paqui.
-¿Y Elena?¿No decías que también iba?-saltó mi
madre.
-No estaba en su casa- miré a mi padre y me
atreví a preguntar-¿por qué me has preguntado que con quién había estado?
-Por nada.
-Es que ha venido la vecina y me ha dicho que
te han visto con un niño, y que no era del pueblo- terció mi madre.
<<La vecina... ¿cómo no?, se aburre y no
tiene otra cosa que hacer que venir a mi casa>>
-¡Aa! Vale. Pues no, podéis tranquilizaros
¡enh! No he estado con ningún niño.Aunque si fuera verdad,¿qué pasa?¿no puedo
hablar con un niño o qué?
-No es eso, hija. Pero es que luego la gente
habla...- volvió a hablar mi madre.
-¡Esto es increíble, yo alucino!- me pasé una
mano por el cabello-cuando os importe más vuestra hija que lo que diga la
gente, me llamáis- me fui a mi habitación.
Me encerré en mi cuarto, puse música y me
tumbé en la cama.
<<¿Tan difícil era confiar en una
hija?>>
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